Imagina que el mundo visual al que estamos acostumbrados, desapareciera de repente. O que nunca hubieras podido ver el mundo que te rodea. Pero dicen que cuando unos sentidos desaparecen, se agudizan otros.
Y es por ello, que hoy os llevo a Colombia, concretamente, al Bosque de Niebla de San Antonio, en el kilómetro 18 de la vía al mar. Y me gustaría siguierais viendo hasta el final.
Llegó a mis oídos una actividad de observación de aves dirigida a personas con dispacacidad visual. Y simplemente, me encantó y os la quería compartir.
Tuvo lugar en la Reserva de San Felipe, una propiedad de 22 hectáreas, con 13 de Bosque de Niebla, en la cuenca del Río Aguacatal, en un entorno con abundante riqueza de orquídeas, bromelias, anturios, helechos y yarumos. Por ello, la Reserva atrae gran cantidad de aves, roedores, mariposas y ranas.
Un grupo de invidentes pudo disfrutar de la naturaleza, caminando por El sendero de la vida y El sendero del alma, ambos con una línea de vida con códigos QR. A los discapacitados visuales se les acompaña, indicándoles si hay obstáculos en el camino. También se les hace saber si hay algo fuera de lo común.
Sienten el sol, el viento y el silencio. Toca, huelen y escuchan los cantos de las aves. Más de 180 especies de aves, visitan San Felipe, incluyen Tucanes, Colibrís, Tangaras, Guacharacas, Azulejos, ó Perdices. Espero que este video sirva para que surjan iniciativas similares en otros lugares y países.